ElPlanteo.com conversó con Alec Zammitt y Will Stolk, activistas por el cannabis en Australia. Juntos han sido noticia varias veces por pedir la legalización.
Nota por Lucía Tedesco publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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Alec Zammitt y Will Stolk son integrantes de Craze Co, un colectivo de activistas por el cannabis en Australia. Juntos han sido noticia en varias ocasiones, por protestar por la legalización de la planta con tanques de guerra en la vía pública, hasta por proyectar hojas de marihuana en la reconocida Ópera de Sídney.
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En una entrevista exclusiva con El Planteo, contaron cómo enfrentaron los cargos de los que se los acusó en la corte y comparten su visión de lograr un mundo cannábico libre. Durante el diálogo, también describieron su compromiso con la causa y su determinación para cambiar las políticas de cannabis en su país de origen y más allá.
Hace poco, ambos enfrentaron los cargos en la corte por el episodio en la Ópera de Sídney: “Los abogados presentaron grandes argumentos y por eso la corte encontró que las pruebas eran inadmisibles”, expresó Zammit.
Una de las principales acusaciones a esclarecer fue el hecho de demostrar que las chalas proyectadas en este clásico de la arquitectura no eran un anuncio comercial.
“La legislación habla de que promover una causa cae dentro de lo que se entiende por promoción. Técnicamente, eso va en contra de los derechos constitucionales implícitos que tenemos aquí en Australia. Por eso, ha sido una lucha muy estrecha en los tribunales”, explicó el activista, que estaba lejos de querer demostrar que no fue un anuncio comercial lo que hicieron, porque no valía la pena el esfuerzo y el gasto de dinero, dado que había otras formas de ganar el caso.
“Pudimos tomar, supongo, el camino más fácil y aun así ganar. Incluso si llegamos a recibir una multa, todavía lo veo como una victoria. Es un pequeño precio a pagar por la cantidad de educación que brindamos”.
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Pero, ¿cómo es que este tipo de acciones ayudan a la causa por el cannabis? Según Zammit, “esto es abrir un tema de conversación para ‘pasar a otra conversación más grande todavía’”.
Por su parte, Stolk dijo sobre las proyecciones cannábicas: “Creo que este tipo de trucos sientan un precedente e invita aque las personas defiendan lo que creen, y en lo que creemos es en la legalización recreativa y completa del cannabis en Australia”.
El mensaje que quisieron dar, con un tono de sátira, se corresponde con uno de sus lemas: “¿A quién estamos lastimando?”
“Creemos que podemos hacer que el público tome conciencia de un tema que realmente necesita ser difundido en la sociedad”, indicó Stolk, que reconoce que legalizar el cannabis es “un asunto realmente grande”.
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El colectivo CrazeCo ha utilizado su plataforma para generar conciencia sobre la necesidad de reformar las leyes de cannabis en Australia. Su enfoque creativo y su compromiso con la educación han inspirado a otros en todo el mundo a unirse a la lucha.
Algunos dicen que el equipo de CrazeCo es solo un grupo de artistas y personas de ideas afines. Para Zammit es un grupo unido con el que trabajan, se divierten y ayudan a cada uno que pueden en las causas que sienten fuertemente.
“En el colectivo no somos sólo nosotros, que sentimos apasionadamente la causa, sino que también hay personas afectadas en gran medida”, señaló el activista, que no cree que haya un gran cambio dentro de la organización si se legaliza el cannabis. “Probablemente tomaríamos una forma más tradicional de visibilizar y educar, y no tendríamos que tener, creo, tanto comentario o aporte en el espacio político”.
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Los activistas también relataron cómo tratan de expandir el mensaje del cannabis a nivel internacional. “Estamos planeando hacer algunas colaboraciones en Europa. Recientemente hicimos algo en Berlín. Algunas personas tomaron nuestra idea y luego la replicaron: pusieron plantas de cáñamo reales por todas las calles de Berlín”, contó Stolk.
Su compañero adhirió a sus dichos desde una perspectiva de enseñanza: “Queremos impulsar la educación, crear contenido más atractivo que beneficie tanto a los consumidores como al público en general. Hay cosas asociadas con el estigma que rodea al cannabis todavía. Pero nosotros solo queremos seguir educando y entreteniendo”.
Recientemente, el parlamentario David Shoebridge presentó un proyecto para la legalización del cannabis en Australia y el acompañamiento de parte de los activistas no pasó desapercibido.
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“Trabajamos con Shoebridge y apoyamos plenamente cualquier tipo de cambio hacia el cannabis recreativo legalizado en Australia”, subrayó Stolk, mientras que su compañero manifestó: “He leído la legislación en su totalidad. Siento que cualquiera de estos cambios son un paso adelante”.
Para Zammit, hasta ahora, los cambios que se han visto en torno a la marihuana, incluso dentro del mercado farmacéutico, “no es lo que debería ser, pero es un paso en la dirección correcta, como cualquier peldaño que se coloca”.
No obstante, hay cambios específicos que los activistas quisieran ver en la legislación al respecto de cómo se maneja Australia actualmente. Zammit trajo a colación una problemática que afecta a los pacientes de cannabis medicinal al momento de conducir vehículos: “Es el único medicamento en Australia que se trata con la legislación de conducción: si se encuentra presente en su cuerpo, independientemente de cuánto tiempo haya pasado desde haber consumido o independientemente de si está afectado o no, eso constituirá un delito”.
El cannabis yace en el cuerpo varios días y aún no hay pruebas establecidas que determinen si se usó en el momento, ni de qué manera se usó. En algunos países, contó Zammit, tienen forma de resolver esto, no así en Australia, donde directamente te mandan a la corte. “Realmente necesitamos una defensa o legislación en toda Australia. Esto no quiere decir que haya que dejarque se pongan al volante personas queno están aptas para conducir. Es simplemente cambiar la legislación”, reclamó.
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“El mayor problema que vamos a tener en el futuro cercano, especialmente con David Shoebridge, es conseguir que uno de los dos principales partidos políticos en Australia lo respalde, para asegurarse de que pase por la Cámara de Representantes y el Senado”, comentó Stolk.
Para hacer eso, remarcó el activista, se necesita una campaña masiva para mostrar que el cannabis puede ser legalizado de manera saludable y adecuada, como sucede con otras sustancias como alcohol y el tabaco.
En cuanto a los retos que hay que enfrentar, Zammit también dio su punto de vista: “El problema se mezcla entre un mercado preestablecido que se verá afectado, una educación deficiente y puntos de vista obsoletos, que son totalmente incorrectos y que han sido trasmitidos de generación en generación”.
“Básicamente, lo que estamos tratando de decir es que necesitamos cambiar el estigma y luego lograr que uno de estos dos partidos principales respalde el proyecto de ley de cannabis que Shoebridge está presentando”, añadió su compañero.
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En un llamado final a la reflexión y a la lucha, Stolk envió un mensaje para incentivar a cambiar las cosas en favor de la comunidad cannábica. “Nos gustaría decirle a todo el mundo que, si quieren un cambio, deben escribir a su miembro local del parlamento y a cualquier país en el que vivan y deben decirles a los políticos que van a tomar las riendas de su propio destino, y que impulsen actividades públicas, o junten firmas para proyectos”, comunicó.
“Cualquiera puede aplicar las habilidades que conoce y luchar por su causa. Aquí hay muchos fumetas y consumidores de cannabis que todavía están en el armario y no quieren hablar de ello. Si todos salieran indignados, probablemente se alcanzaría el éxito un poco más rápido”, consideró Zammit sobre el mensaje de su compañero.
Las leyes cannábicas en Australia son ambiguas. No se manejan igual en todos los estados. Pero el deseo y la lucha porque se dé el cambio significativo que el país necesita hace que Alec Zammitt y Will Stolk pongan su determinación y creatividad a esta causa, para seguir inspirando a aquellos que pretenden la legalización en todo el mundo.
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