Nota por Ulises Román Rodríguez publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
Síguenos en Instagram (@El.Planteo) y Twitter (@ElPlanteo).
Casi 20 años antes de que el -polémico- expresidente estadounidense Richard Nixon iniciara la mediática “Guerra contra las drogas”, el cine argentino ya estaba librando una batalla contra los estupefacientes, en especial versus la marihuana.
La historia oficial ha repetido -hasta el hartazgo- que con el rock and roll y el advenimiento del hippismo el consumo de drogas recreativas se puso de moda entre la juventud estadounidense.
Contenido relacionado: Las Cinco Películas Menos Fumonas en la Historia del Cine
Desde aquel momento Hollywood instó a su industria del entretenimiento a combatir ese flagelo.
Anticipándose a “la lucha” de Estados Unidos, cuando en Argentina gobernaba Juan Domingo Perón, el director León Klimovsky estrenó la película Marihuana, el 27 de septiembre de 1950.
https://youtube.com/watch?v=jp9si0hQrGU
En el comienzo, el film intenta contar los orígenes de la marihuana a la que califica como la “hierba homicida”.
Luego se adentra en la historia de una mujer asesinada en los bosques de Palermo y en el derrotero de su esposo, un famoso cirujano, para encontrar al asesino.
Contenido relacionado: La Historieta Argentina y la Marihuana
En esa investigación este hombre descubrirá que su esposa era adicta a la marihuana y no descansará hasta hacer justicia.
La película tiene varios detalles interesantes.
Por un lado, la protagonista principal es Fanny Navarro, quien fuera novia de Juan Duarte, el hermano de Eva Duarte de Perón muerto en dudosas circunstancias.
Ese vínculo con el peronismo le costó la proscripción y el olvido una vez que fue derrocado Perón, en 1955.
Por otra parte, la película recibió el premio de la Academia Cinematográfica Argentina y fue seleccionada para representar al país en el Festival de Cannes de 1951.
Contenido relacionado: Llegó ‘The Fix’, Docuserie Sobre la Guerra Contra las Drogas con Samuel L. Jackson
A la vez, el director, que también abandonó la Argentina tras el golpe a Perón, dirigió spaghetti western -en Italia- en los 60, cine de terror clase B -en Estados Unidos- durante los 70 y varios films con el alias de Henry Mankiewicz.
Cuestión de vicios
Hacía pocos meses que un nuevo golpe cívico-militar había derrocado a Arturo Frondizi. En un contexto mundial de Guerra Fría, el director Enrique Carreras estrenó la película Los viciosos.
El film es un policial de época que aborda el narcotráfico y el consumo de drogas con una red que opera entre París y Buenos Aires.
Una espléndida Graciela Borges y Jorge Salcedo fueron los protagonistas principales de una película que marcó un hito en el cine argentino, ya que se convirtió en la primera cinta en la que actúa una persona trans.
Se trata de la célebre actriz francesa Coccinelle, fallecida en 2006, que en el film trabaja en un club nocturno vinculado al narcotráfico.
A Los viciosos no le fue mal en la taquilla de ese año, pero luego pasó al olvido.
Hablemos sin saber
En 1968, el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson fundó la Oficina de Estupefacientes y Drogas Peligrosas.
Contenido relacionado: ‘Miss Representation’: Mujeres Porreras en Cine y TV
Ese mismo año, para estar a tono con las políticas de Estados Unidos, en la Argentina se estrenó la película Humo de marihuana.
Dirigida por Lucas Demare, recordado por su obra maestra La Guerra Gaucha (1941), el film se estrenó el 17 de mayo de 1968 y está protagonizado por Carlos Estrada, Marcela López Rey, Thelma Biral y Sergio Renán.
La película cuenta la historia de una mujer de clase alta que cae bajo el influjo de “la droga” que la conduce por un camino de “perdición” que incluye excesos sexuales.
La “droga” es la marihuana y al consumirla los protagonistas tienen convulsiones, alucinan y hasta babean.
Allí, el director y guionista uruguayo, Wilfredo Giménez, ejerce una demonización total del cannabis y una desinformación horrorosa de sus efectos.
La película ni siquiera cayó simpática entre la prensa conservadora, que fue tenaz con la crítica.
La revista Gente publicó: “Nos negamos a hacer chistes con el título y a decir que hay que hacer humo de celuloide”.
Contenido relacionado: [Video] LEGAL: la Serie Documental sobre la Industria del Cannabis en Uruguay y sus Protagonistas
Por su parte, La Prensa -diario ligado a la iglesia católica- dijo que “su incursión en el mundo de la droga tiende más al efectismo que a una investigación sociológica profunda”.
Una de las perlitas de esta película, que además marcó el retorno de Lucas Demare a los rodajes, es el debut cinematográfico de Emilio Disi: querido y recordado por ser parte de la Brigada Z y uno de los bañeros más locos del mundo.
Derechos y humanos
En medio de la dictadura más sangrienta de la historia argentina, con películas que debían ser condescendientes con los militares para saltear la censura, Enrique Carreras volvió al ruedo con la temática estupefacientes con el film Los drogadictos en 1979.
En una historia que relata el enfrentamiento de dos bandas de “narcos” por manejar la venta de drogas, por momentos no queda claro si se trata de un drama o de una comedia.
La protagonista principal es Mercedes Carreras, esposa del director, junto a una espléndida Graciela Alfano, el entonces galán Juan José Camero.
En un momento de la película hay un zoom a un Ford Falcon verde, el auto que durante la dictadura usaban los grupos de tareas para el secuestro y desaparición de personas.
La crítica fue destructiva con Los drogadictos. El Cronista Comercial la calificó de “moralina barata que surge de un argumento ramplón y de un guión todavía más chato y deplorable. Es sencillamente espantoso”.
Contenido relacionado: Documental: Mirá Lady Buds, la Película Sobre las Mujeres del Cannabis en California
Sin embargo, siempre hay alguna perlita para rescatar. En este caso, es que entre el elenco se encuentra Adrián “Facha” Martel que luego sería parte de la troupe de Alberto Olmedo y desde siempre identificado con la noche y la cocaína.
Fútbol y drogas
A esta altura, Enrique Carreras es el paladín del cine argentino contra las drogas.
Con una democracia en pañales mientras se juzgaba a las juntas militares por sus crímenes el director estrenaba Las barras bravas (1985).
Esta vez el deporte más popular de la Argentina y su relación con el mundo de las drogas es intentando contar por Carreras.
Los tópicos son juventud, violencia y drogas narrados a través de una madre viuda que no puede evitar que su hijo muera de sobredosis.
Con una actriz de trayectoria como Tita Merello y el querido Juan Carlos “Minguito” Altavista, en la película aparecen jóvenes promesas como Pablo Cedrón y Juan Palomino.
Contenido relacionado: Juan Palomino: ‘Después de Interpretar a Maradona Ya Nada Volverá a Ser lo Mismo’
La crítica tampoco tuvo piedad con la nueva obra de Carreras y Tiempo Argentino la calificó como “un deshilvanado compendio de denuncias” y El Cronista Comercial como “esquematismo absoluto que obvia todo conflicto”.
Esta es sólo una parte de las producciones argentinas que, sin ningún grado de inocencia, se dedicaron a bajar línea contra el consumo de drogas.
En la gran mayoría de los casos lo hacen sin investigaciones profundas sobre el tema y con superabundancia de lugares comunes.