Nota por Javier Hasse publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
En los últimos años, la cultura hip-hop se ha vuelto enorme en América Latina. Hoy en día, lxs raperxs y taperxs de la región acumulan miles de millones de visitas en sus videos de YouTube, mientras que las competencias de freestyle llenan estadios con decenas de miles personas cada semana en todo el mundo de habla hispana –es decir, antes del COVID-19.
Aunque en cierta medida atravesado por la cultura del rap estadounidense, el movimiento Latino es bastante autóctono: son principalmente los artistas de habla hispana los que son venerados en la comunidad. Gente como Wos, Cazzu o el Duki son a menudo más reconocidos que Eminem o Snoop Dogg.
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Con la misión de incentivar un cruce e intercambio cultural entre el Norte y el Sur, nació DAMN!
El programa de hip hop, creado por las personas detrás de la primera competencia viral de freestyle de la era de la Internet, ha cautivado a cientos de miles. Su canal de YouTube hoy cuenta con casi medio millón de suscriptores.
Los presentadores Veeyam, Tata y Pluzito dicen que se inspiraron en el icónico programa de los noventa, “Stretch and Bobbito”. Esto se vuelve evidente cuando mirás DAMN!
De regreso para su tercera temporada, DAMN! promete elevar su game a un nivel completamente nuevo, educando a su audiencia sobre todo lo que concierne a la cultura hip hop, desde el graffiti hasta el b-boying –porque el hip hop no es sólo bling, rimas y tatuajes en la cara.
Los anfitriones comparten información sobre equipos, consejos para crecer profesionalmente en el campo, noticias y análisis, así como también (por supuesto) mucha música, entrevistas en vivo con las estrellas más importantes de la región y freestyle a rolete.
Interesado en aprender más sobre qué es lo que alimenta a este fenómeno (bastante cannábico, vale destacar) el equipo de El Planteo (s/o Gutty y Lola) armó un Zoom con Veeyam, Tata y Pluzito y les preguntó sobre el espíritu empresarial, la autogestión, el éxito y cómo encaja el cannabis en todo esto.
Al aire, en el aire
“Nosotros bocha de veces salimos al aire, ‘en el aire’”, bromea Pluzito, un conocido rapero en la escena Argentina, exhibiendo su destreza con las palabras. “Para mí, es una actividad más recreativa que creativa… aunque, por supuesto, lo uso para ambas”, dice, refiriéndose a la flor.
Aún así, el anfitrión deja en claro que para él es importante no ser un promotor del consumo de cannabis. En su opinión, la marihuana puede ser extremadamente beneficiosa para muchas personas, incluso él mismo -pero eso no significa que deba ser un evangelista del porro.
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Lo que sí le fascina a Pluzito es el negocio detrás del cannabis, que todavía es mayoritariamente ajeno a la región latinoamericana. Todo, desde la tecnología hasta el diseño de packaging, lo hace flipar fuerte.
Tata es uno de los raperos más OG de Argentina. Que los haters digan lo que quieran, este es un hecho indisputable.
Actualmente es juez de la competencia de free más importante del mundo hispanohablante, la Freestyle Master Series o FMS. El torneo se lleva a cabo en ocho países de habla hispana y cuenta con más de 4 millones de suscriptores en su canal de YouTube, con algunas batallas logrando alcanzar un millón de visitas en cuestión de horas.
Para Tata, el cannabis es un estilo de vida. Pero también es un consumidor consciente.
“En mi vida personal, el cannabis es súper importante, esencial. No sólo para todas las cosas creativas, sino también como medicación diaria”, dice. “Y siento que también me convierte en un mejor padre. Soy mucho más paciente y estoy más en contacto con mis hijos “.
Veeyam tiene una relación diferente con el cannabis, es más una actividad social. Aún así, es un firme defensor del acceso seguro al cannabis medicinal, que aún no está (realmente) disponible en Argentina, a pesar de haber sido legalizado en 2017. Si no le creen, pregúntenle a las luchadoras de Mamá Cultiva Argentina; después charlamos.
El anfitrión comparte una experiencia personal sobre lo difícil que fue encontrar aceite de CBD cuando un pariente cercano sufría de cáncer. Veeyam tuvo que pasar por toda clase de periplos infumables para obtener productos que igual eran ilícitos y de mala calidad. Productos que, además, nunca deberían haber sido ilegales, agrega.
“Me vi tratando de investigar y llegar a personas que tengan cierta información, cierto acceso, porque necesitaba orientación. Y la verdad que encontré demasiada desinformación al respecto. Mandé mensajes a gente de EE.UU., de Europa, a ver si me podían dar una mano… Y ahí es donde caí en la cuenta de lo atrasados que estamos en términos de acceso seguro a estos productos y esta data”, expresa.
“Hay personas que realmente necesitan cannabis ahora. No en cinco años… Necesitamos acceso urgente a los beneficios para la salud del cannabis… Éstas son dolencias realmente graves y la gente no puede obtener sus medicamentos en situaciones extremadamente críticas, muy crudas”, agrega el productor musical, llamando a la regulación inmediata de los productos de cannabis en América Latina.
Viviendo de su pasión
En un estilo bien fiel al rap real, Veeyam, Tata y Pluzito han logrado hacer de su mayor pasión un ‘laburo honesto’. Los pibes son artistas, fanáticos y emprendedores del hip hop.
“Muy reducidamente, la clave es arriesgar”, dice Tata cuando le preguntamos sobre la viabilidad de laburar de lo que unx ama. “Todos pueden tener éxito en esto, pero no todos están dispuestos a correr el riesgo y enfrentar las posibles consecuencias”.
Por supuesto, un buen equipo siempre es fundamental, agrega Tata, reconociendo a sus productores, Julo y Colo. Ambos pares, totalmente de acuerdo.
Pluzito, reflexivo y extremadamente articulado, trae a colación una lección que ha aprendido sobre el espíritu empresarial: “Donde uno concentra la energía, crece”.
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“Buenos, si además de toda esa energía, concentrás el corazón y estás decidido, crece muchísimo más copado”, dice. “Obstáculos, hubo un montón, pero es lo que queremos y lo vamos a hacer sea como sea. Te tenés que dedicar a full.”
Volviendo al amor, Veeyam agrega: se trata de personas y unión. Capital humano y calidad humana.
“Mientras uno con amor, con motivación, le esté dando todo el tiempo a algo, el puzzle [rompecabezas] encastra solo… Esa es nuestra pimienta secreta que le ponemos al tuco para que sea tan rico: amor y dedicación. Aún así, tuvimos mucho que aprender para hacer que la nueva temporada fuera autogestionada.
“Algo hermoso es que todos tuvimos que aprender de todo… Ahora estamos produciendo nosotros mismos y se siente como… ya no compramos más faso, ahora la cultivamos nosotros.”
Las dos temporadas anteriores del programa fueron producidas por una de las estaciones de radio y podcast más grandes de América Latina. La nueva temporada es de producción propia, gracias al apoyo de Move Concerts, la escuela de música MAD y el equipo de producción de DAMN!.
“Muchas veces uno quiere replicar en la vida y hacer en la vida, lo que a uno le hubiera gustado poder tener cuando estaba creciendo… A mí se me viene a la mente: cuando yo empecé a hacer beats, y cuando Ale y Tata empezaron a rappear, si hubiéramos tenido un DAMN!, si hubiéramos tenido tres personas que nos acompañen en ese camino y nos hagan la tarea un poco más fácil, estoy seguro de que hubiéramos avanzado a otra velocidad,” dice Veeyam
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“Lo que nosotros queremos replicar es eso. Queremos, con el paso del tiempo, poder pasarle la antorcha a una nueva generación”.
“DAMN!, como el cannabis, requiere cuidado y amor. Es nuestro medicamento y lo cultivamos nosotros mismos”, concluye.
Por Javier Hasse para Forbes, traducido por El Planteo.