Investigadores descubrieron que los consumidores diarios de cannabis son significativamente menos propensos a usar opioides ilícitos para controlar el dolor crónico.
¿Cómo influye el consumo de cannabis en el uso de opioides ilícitos para controlar el dolor? Esa es la pregunta en el corazón de un estudio recién publicado en un número especial de “Medicina PLOS” que se centra en el uso, abuso y dependencia de sustancias. Para los investigadores médicos, cuidadores y pacientes, la necesidad de una alternativa a los analgésicos opioides es urgente. Las muertes relacionadas con los opioides siguen aumentando en los Estados Unidos y Canadá, impulsadas por la aparición de opioides sintéticos como el fentanilo y una tendencia a la prescripción excesiva de opioides farmacéuticos. Y el papel que podría desempeñar el cannabis en la reducción de la dependencia y el abuso de los opioides aún se entiende poco.
Pero el nuevo estudio “PLOS Medicine”, “Frecuencia de cannabis y uso ilícito de opioides entre personas que usan drogas e informan dolor crónico”, proporciona una perspectiva importante sobre la cuestión al investigar datos a nivel individual, algo de lo que carecen muchos estudios actuales. Después de más de 1.100 personas durante un período de 30 meses, los investigadores intentaron investigar las asociaciones entre la frecuencia con que las personas con dolor crónico consumen cannabis y la frecuencia con la que recurren a los opioides ilícitos. Y lo que encontraron podría cambiar la forma en que vemos el cannabis y la epidemia de opioides de manera dramática.
El consumo diario de cannabis reduce significativamente las probabilidades de consumo diario de opioides ilícitos
Los médicos que recetan analgésicos opioides en exceso es sin duda un factor contribuyente en la epidemia de opioides. ¿Pero qué pasa con las personas que sufren de dolor crónico que no tienen acceso adecuado al sistema de salud? Para estos grupos marginados, el dolor subtratado o no tratado puede promover un mayor riesgo de uso y abuso de sustancias, incluido el uso de opioides ilícitos como heroína o fentanilo y drogas farmacéuticas falsificadas.
Sin embargo, las personas que no tienen acceso al sistema de salud también pueden recurrir al cannabis como estrategia de control del dolor. Dada la investigación que ya respalda el uso del cannabis como un posible sustituto de los opioides, y los estudios que han identificado cómo los medicamentos a base de cannabis pueden tratar el dolor crónico, junto con el simple hecho de que el cannabis no representa un riesgo de sobredosis mortal, esta estrategia es a la vez más segura y una forma más deseable de manejar el dolor no tratado o subtratado.
De hecho, múltiples estudios muestran cómo los estados y provincias que brindan acceso al cannabis legal están observando reducciones a nivel de población en el uso de opioides, dependencia, abuso y sobredosis fatales. Al mismo tiempo, un estudio reciente ha contrarrestado esa narrativa, sugiriendo que para los pacientes con recetas de opioides a largo plazo, el consumo de cannabis no produce reducciones significativas en las recetas o dosis de opioides. Para ayudar a comprender estos hallazgos divergentes, los investigadores profundizaron en los datos a nivel individual para analizar cómo el consumo de cannabis se relaciona específicamente con el uso ilícito de opioides.
Estudio destaca cómo el cannabis puede reemplazar y reducir el uso de opioides
Lo que encontraron es revelador. Según el nuevo estudio, las personas que usaban cannabis a diario tenían un 50 por ciento menos de probabilidades de usar opioides ilícitos todos los días. Además, las personas con dolor crónico que solo usaban cannabis ocasionalmente no tenían más o menos probabilidades de usar opioides ilícitos que los pacientes que no usaban cannabis en absoluto. El estudio también concluyó que los consumidores diarios de cannabis eran más propensos que los ocasionales o no consumidores a informar razones terapéuticas para su consumo de cannabis: dolor, náuseas, sueño y estrés.
“Observamos una asociación negativa independiente entre el uso frecuente de cannabis y el uso ilícito frecuente de opioides entre las personas que usan drogas con dolor crónico”, concluyó el estudio.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores utilizaron conjuntos de datos de 2 grandes estudios de personas que usan drogas (PWUD) en Vancouver, Canadá. Los conjuntos de datos totalizan 1.152 PWUD, lo que representa 424 mujeres y una edad media de 49,3 años. De esas personas, 455 (40 por ciento) informaron que usaban opiáceos ilícitos diariamente, mientras que 410 (36 por ciento) informaron el consumo diario de cannabis al menos una vez durante una entrevista de seguimiento de 6 meses.
Mediante el uso de métodos estadísticos que se ajustaron por factores demográficos, uso de sustancias y factores relacionados con la salud, los investigadores encontraron que el consumo diario de cannabis se asociaba con una probabilidad 50 por ciento menor de consumo diario de opioides ilícitos.
Los hallazgos de los investigadores tienen un par de implicaciones importantes. Primero, sugieren que aumentar la disponibilidad de cannabis legal está beneficiando a las personas con dolor crónico que están recurriendo al cannabis para aliviar el dolor y / o reducir su consumo de opioides. En segundo lugar, agregan peso a las afirmaciones de que el cannabis puede servir como un sustituto del uso ilícito de opioides y un tratamiento complementario para reducir el uso de opioides recetados.