Nota por Hernán Panessi publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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Vamos a decirlo rápido, vamos a decirlo claro: Facu Santo Remedio es un contador de historias. “Ser actor es lo que me hizo descubrirme a mí mismo y a salir un poco de la cultura en la que andaba”, cuenta Facu Santo Remedio, quien no le esquiva al mote de “influencer cannábico” y que, desde hace tiempo, se escabulló del destino de funcionario público con jubilación provechosa.
Corría el año 2013 y Facu se ganaba la vida trabajando para el Estado uruguayo. Sus días eran planos, aunque a fin de mes andaba holgado. No obstante, quiso romper las cadenas que lo ataban a los trabajos formales y se convirtió en, justamente, un contador de historias.
“Empecé a estudiar actuación y eso me hizo trabajar en mi sensibilidad. En hacer algo más que pagar las cuentas y tratar de no morir”, sigue.
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En 2016, ya formaba parte de la Comedia Nacional, el elenco estable de actores que interpretan obras para… el Estado. Súbitamente, mientras estaba en la antesala de un gran estreno, Facu y su compañera, la modelo Paula Silva, se anotaron en un reality show de parejas.
“Mi vida está llena de plot twists”, devela, mientras se arregla el bigote y sacude su cabello.
Aguantarse las ganas, esquivarle al bulto
El reality show, que se emitió por Telefé durante 2017, en Argentina, se llamaba Despedida de Solteros y era una especie de Gran Hermano en el que diversas parejas trataban de resistir a diversos estímulos -sí, esos estímulos- sin meter la pata.
Lo ganaron, se llevaron una boda (con 160 invitados que viajaron desde Uruguay a la Argentina), una luna de miel (un crucero por Brasil: “Hicimos vida de ricos”) y una casa en Pilar (que llegó tarde, pero llegó).
Con el furor del programa, las redes de Facu empezaron a engordar poderosamente. Fue su período de “famoso”. De su boca: “Después del reality, pasaron un montón de cosas con las redes sociales”.
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“Bueno, ahí tenés: de esos, tengo un montón de plot twists en mi vida”.
Y ahí, en el mismísimo pico del pedo de su luna de miel, empezó a jugar con la cámara, a investigar el mundo de los videos. “Ahí fue cuando empecé a filmar”, recuerda.
Influencer profesional
Con el hype del programa todavía sobre sus hombros, las marcas empezaron a mandarle cosillas. “Al tercer regalo dije ‘pará: si me lo están regalando, seguro que podría estar cobrándolo’. Salimos del reality show con más de 30 años. Había que capitalizarlo”.
Volviendo de la luna de miel, la pareja se instaló transitoriamente en Argentina. Como los trabajos no abundaban, decidieron ponerle cabeza al asunto: empezar a contar historias en redes sociales.
Con una idea madre fueron a recorrer los barrios de Once y Avellaneda. Mientras ella se probaba la ropa, él filmaba los looks. Empezaron a venderle ese contenido a diversos locales de la zona.
“Cobrábamos una mensualidad. Nos dimos cuenta que filmando unos videos nos podían garpar. Yo estudié Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas. Los locales no se estaban dando cuenta que tenían que desarrollar una forma de comunicarse de manera digital. Que había que comunicar a través de stories y que iban a tener que relacionarse con el contenido para el teléfono”.
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Su primera campaña grande sucedió en 2018 y, en ella, Facu regalaba helados por la calle vestido de ruso. Ese mismo año se adentró en el mundo de la radio con Código Virtual, programa conducido por la actriz Andy Vila. Y, con su pareja, hasta fueron cara de la campaña uruguaya de Armani y su perfume “Stronger with you”.
“La radio es hermosa y fue una experiencia increíble. Pero a mí me gusta salir con la cámara y hacer lo que me pinte”.
Santo Remedio, Santa Planta
Hasta que, un día, en esa búsqueda, Facu hizo match con el cannabis: entró en su vida y ya nunca, jamás, salió.
Por eso, en parte, si el mote de “influencer” para muchos es un collar de melones, Facu lo hizo carne y redobló la apuesta: “No tengo problemas en que digan que soy influencer cannábico”.
Lo primero que hizo relacionado al cannabis fue una “búsqueda del tesoro”, junto a Fasito 420 y Mati Jardine. “Escondimos 10 cajas de porros por Montevideo y la gente tenía que buscarlas. Yo estaba flasheado con las dinámicas digitales que generaban movimientos humanos, como los del Pokémon Go”.
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A la sazón, fue Stoned Live Session el proyecto que terminó de meterlo a fondo y a vincularse espiritualmente con la planta. “Conocí a gente muy zarpada. Stoned fue un show en vivo de YouTube con cultivadores que intentaba naturalizar la situación del cannabis lo más posible”.
En su rol de productor general, Facu terminó de entender cuál era su lugar dentro del mundo cannábico. Y, de paso, avisa: “No, no va a haber una segunda temporada de Stoned Live Session. O, al menos, no de esa forma. Me gusta que quede como algo icónico”.
Desde ahí, su flash con la planta no paró de crecer: “Creo que se puede explotar mucho más. Además de que es un gran viaje, se pueden salvar vidas y a muchos puede cambiárselas. Quiero descriminalizar la planta sobre todas las cosas. A partir de ahí, encontré un montón para decirme a mí mismo ‘me quedo acá’”.
Por estos días, Facu Santo Remedio se las “rebusca” con un show de talentos por redes sociales: El Mejor Mono. “Es un show onda Guido Kaczka, con una ruleta, en la que conecto a personas en vivo y tienen que hacer el mejor mono de su vida en unos 45 segundos”.
De nuevo, por si no se entendió: en El Mejor Mono hay personas de todas partes de la República Oriental del Uruguay compitiendo por ver quién “hace” mejor de mono. ¿El premio? Obsequios de diversas marcas y hasta unos USD 100 en efectivo.
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“Ahora se viene la segunda temporada y van a poder competir personas de toda América Latina. Es un show muy cringe. Nos miran unas 300 personas que, para el flujo que se mueve acá, es un disparate”, reconoce con una sonrisa.
Asimismo, mientras prepara una segunda temporada, ya cocina una serie documental de 7 episodios que bautizó como Legal. Y, lo más lindo de esta fábula, es que prometió estrenarla en colaboración en El Planteo. “Hablará sobre la vida de los cultivadores profesionales y cada capítulo estará dedicado a una rama del cultivo distinta”, concluye.
Fotos por Lelen Ruete
